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martes, 6 de julio de 2010

TARDES AL SOL.

Me rodean cosas incomprensibles.
Sustancias inmóviles 
habitando las tardes jugosas del verano.
Pétalos desgajándose por el sendero
de una rosaleda en flor
como si fueran labios perfectos,
que al caer, besan,
el dorso incandescente de las piedras del suelo.
En el jardín, hoy,
un enjambre de abejas
liba dentro de estas venas
y una mariposa de la col
posa su boca sobre las arterias,
y hace diana en el centro de mi corazón.