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lunes, 27 de junio de 2011

CREACIÓN.



Un profundo reposo.
El único sueño deseable.
Esa ingente nube azabache,
o el último segundo del día
con otro recuerdo nítido
ahora inaprensible.
La tierra dormida y levitando
y la noche indescifrable
igual que la tristeza,
los dedos encaramados a la luna
y mi abstracción amoldando
confusión y quietud
y observando,
ese mural esmerado de estrellas
y ese cielo palpitante que
clava sus ojos fúlgidos en mí
cual noche rutilante.