El cielo está muy oscuro
y algo extraordinario
podría suceder ahora mismo.
Porque el misterio de la tormenta
rechina sobre los árboles
y el agua,
amenaza este paisaje de otoño,
y de pronto,
mi piel cruje como las hojas secas.
Sin embargo, yo habito,
entre esta intimidad que me da el silencio
y que me deja muda
y dueña,
de la lluvia que luego vendrá.
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