Repiques de alivio
y cascos de feria y de recreo.
Oh, goce
mi voluntad tiene un antojo,
que llegue el caballo
y me acaricie el alma
con las crines del cortejo.
Oh, luna cercana
anúnciate como es debido
en el quicio de la puerta
y deja entreabrirse, de nuevo,
la pista del deseo.
Oh, vida intolerable
lisonjéame con flor y cielo
y funde entre la niebla
mis tristes ojos
de estrella melancólica.
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