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jueves, 2 de diciembre de 2010

NOCTURNO.

Cuando fluya la noche
todos los días se me juntarán en la boca
y grandes nombres
revolotearan sobre mis labios
igual que esos pájaros de papel
hechos puramente de memoria
y de recortes del corazón.

Cuando vuelva luego la noche
y vuelva además el tiempo adormecido,
sin duda, yo buscaré refugio
en el templo de mis antiguos sueños.

Para entonces  
la esperanza vendrá ya derrotada
y las temores del mundo
se me harán realmente posibles
en el cosmos ruinoso de algunas pesadillas.

¡Agrio amor!
donde naufragó mi alma
y más tarde se ahogó mi nombre,
sin aprender el sano oficio de la natación.

1 comentario:

  1. Si al menos está intacto el templo de los sueños antiguos, ya es mucho.

    Bellísimos versos.

    Un saludo.

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