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jueves, 1 de diciembre de 2011

LOVE

Como si fluyeran por mis tímpanos
raíles oxidados,
así me sonaron tus pasos
esta tarde
cuando crucé el jardín empapada de fatiga
y tú, me sonreías bajo la lluvia.

Y aquí estoy ¡mansa! pero infeliz,
y abrazada a la dócil música
del agua
que me roba el ritmo.

Rasgada por nubes cenicientas
que se han quebrado en mi interior
al chocar con todo un manantial de vidrio.

Pero desconsolada
¡vivo! de lo vivido
o de un sueño
o de una estupidez que aún grita tu nombre.

Nada queda
salvo algunas partículas de luz
encendidas en los ojos de la noche,
Y ahí, entre el silencio
puedo mirar tu rostro
y oír, en el rigor del duelo,
la voz que amé. 

                                          Maribelflores