Seguidores

lunes, 9 de enero de 2012

SONATA PARA UN JARDÍN DESIERTO



Soy crisol y soy regazo
y un alud de nieve que baja y aniquila.
Acaricio el jardín 
y se genera una dulce alquimia.
Toco el lodo,
y se levanta la cruz que me mortifica.
Soy perpetuo éxtasis
y pertenezco
a este universo glorioso y fugaz.
Sobre mi pecho giran
la eternidad y todos los planetas
y los luceros crecen 
bajo el barro.
Soy aliento 
y aquí arde mi piel de culebra 
y en el agua perdura su reflejo.
Pero
todavía persiste el hedor de las bestias
en la fuente,
y abreva el olvido y
se estanca el porvenir y la rutina.
Arduo confín ese bronce que hoy expande la tarde.
Arduo misterio que purifica este laberinto de cometas
y árboles.
Relumbra el lodo y al cabo del día
se fulmina la faz de la tierra,
luego palidece, este universo
y la inocencia.

                                                                        Maribelflores