Si
volviera radiante
como
yo lo vi
recogiendo
rosas
sobre
el lecho
y derramándolas
sobre
el universo de mi carne.
Si
volviera el hombre,
si
regresara,
envolviéndome
con
sus palabras dúctiles
de
barro (Sed o beso)
Si
volviera aquel yugo
que
estuvo
rozándome
el velo de la boca.
Si
se alzara de nuevo
el resplandor
del ídolo
y se
cubrieran
los
cielos
de
un temblor inmenso.
¡Clamorosa
aurora!
Luminosa
¡Deslumbrante
mañana!
Si
volviera aquel tiempo
de
palomas en la cara
… aquella dulcísima muerte,
desvanecida
bajo la luz.
MARIBELFLORES