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jueves, 24 de febrero de 2011

SOBREVIVIR


         Notaba tan saturada su cabeza que estaba a punto de colocarse por delante del rostro el cartel de “completo”. Realmente sentía la imperiosa necesidad de vaciarse de sí misma y cargar sus profundidades con un ser más evacuado, más despejado, más libre, más huero y hasta más estúpido. Deseaba, sin más, desembarazarse y parir, de una vez por todas, sus inmortales dilemas. Esos jeroglíficos siempre a punto de resolverse pero que en realidad nunca se aclaraban.

         Asuntos que venían de afuera los unos y los más de lejos. No obstante, esos estúpidos motivos alteraban su atmósfera diaria llenándola de inquietantes movidas, impacientes por molestarla. Continuamente andaba amontonando los desperdicios de unos y de otros con un tremendo cansancio que le tiraba de los brazos, del cuello y de todos los músculos de la cara.

         Su hogar se había trasformado en un polvorín a punto asiduamente de explotar, pero que en la vida saltaría en pedazos porque le faltaba ese pulso firme que hiciera prender la mecha con destreza.

         Si bien, hoy ella, tenía el movimiento de muñeca trémulo, su talento para resolver asuntos mermado y aumentado, hasta extremos, ese olfato para atraer las tempestades. Hoy se había trasformado en otra y agudizaba todos los sentidos como si precisara de cien ojos para observar cada uno de los secretos que ocultaba su cobijo, cual si ese refugio bajo cuyo techo se hospedaba, le fuera íntegramente ajeno. Un tabernáculo forastero, expatrío, que le hacía vivir en un constante exilio como castigo.

         Anhelaba, por encima de cualquier otra cosa, poder seguir alguna vez esa corazonada de abandonarse a la nada o al menos a la ausencia de todo y seguir después su intuición, sin cavilar tanto ni de un modo tan absurdo. ¿Pero cómo anular imágenes, vivencias, heridas… O qué método utilizar para suprimir de principio a fin lo indisoluble dejando solo la inexistencia por pasado? ¿Cómo negarle a la conciencia la verdad o cómo vaciar los posos de la memoria sin zambullirse por completo en lodo?