Rama seca
inerte tronco de árbol con hendeduras pero sin labios
y sin boca.
Pequeño amanecer
amarga ternura
viento revuelto
y gélido abrazo.
Íntimo aposento
y espesa niebla
en donde nada se estanca, salvo el olvido.
Caído astro que marcas infinitas cruces a mi paso.
Criatura somnolienta de ayer, de hoy y de ahora,
tu cuerpo
es la ribera al extremo del lecho.
Crisálida marchita, enferma y vacía
esa seda es la melancólía
y un vertedero de tristeza y silencio.
Oh albor, dame la vida
la danza
la música,
mas,
resucítame de ese corazón extirpado en oscuros pétalos
como un preludio fosco.
Fragante campo de hierba
que rebasas límpido la ventana y el velo de ese dosel.
Pámpanos y rosas
vaciaros
sobre mis sueños blancos y mi cama prieta.
¡Tálamo! Charca de aceites esenciales.
Elixir de amor sin agua y sin poza
vertiendo olas estériles sobre mi cuerpo laxo
y mi lecho pedregoso.
Corazón de hielo
y labios de hojalata indiferentes a mí.
Bordes ásperos para estas ansias, esta sed
y éste, mi deseo.
y éste, mi deseo.