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miércoles, 27 de junio de 2012


 
 Imagen de la red
 
Me está enfilando desde su borde más gélido
y ultima mi póstumo destino.
Menesterosa, se relame con mi desesperanza,
pues desde que la conozco,
sabe,
que mi lengua se desangra
mientras ella se inventa,
nudos brunos,
con mi largo apéndice.
Se oculta en el sonido de una bala
y en las noches más combas
se hace la ciega detrás de mi pálida semblanza.
Desvelada,
me oye llorar y
humedecer este sudario antiguo
y blanquísimo.
Lienzo de escarcha, anoche,
como nunca,
tu contacto conmigo,
fue glacial.
Vive ahogada
adentro de mi misma
pero etérea, se oculta,
en la desgarradura de mi orondo vientre.
En mis venas, se vuelve,
terriblemente espesa y
como las bolitas bruñidas del mercurio,
desciende despacio
pero letal.
Se esconde de mí, pero yo
presiento
su tóxica belleza, habitando en un retazo
de mi cuarto.
Es tan veloz
que, gota a gota,
está rebanándome mi existencia ácida. 

                   MARIBELFLORES         A, Chantal Maillard (Admirada poeta)

  POR FAVOR, SEAN CREATIVOS, NO PLAGIEN.

jueves, 14 de junio de 2012

LO INVISIBLE


Ya es la noche de pétalos
y astros.
Densidad y
llanto
y miradas invisibles
contenidas en el ámbar
o en los brillos del negro -azabache-
Noches de fuego
prended una plácida existencia en estos
sediciosos ojos.
Pues ya es la noche
y voy herida de silencio o
de muerte,
o de fulgor.
¡Ah! transparencia,
lo primero que amó
mi corazón.
de esa lóbrega argamasa
-de esa nada encendida-
fue su belleza.
¡Emisión de seda!
o porciones amarillas
de luz,
deslumbradme,
en éste
otear mudo.
Socavón  pulido y gloria inefable,
a donde irán a parar, 
clemencia y
desahogo
o confusión palpable.



                                                           Granada, junio. Maribelflores

lunes, 4 de junio de 2012

ERRANTE VOY


Plomiza tarde de agua
 me llega la nostalgia
 envuelta
en filtro repentino.
¡Tierra negra!
Ajena tierra, aún sin alma.
Lírica del campo
como aliada mía
¿acaso piensas en mi desaparición?
Lánguida calma,
cuando miro el valle
 la vida se aquieta
y sobreviene manso
el recuerdo
y la pureza que lo aísla.
 Mil pasos crecen
tras los árboles
pero en la fosa de mi boca
se expande el  gran gemido.
A ese pozo abisal
sube lenta la agonía
y corona
de espuma
todos mis sentidos.
Huérfana de niña
y luego, de patria…
 acumulas el dolor en la piel  
como el claroscuro
de un abismo.
                                                                           
                                                       Maribelflores  (desde STADE, Alemania)