La vida permaneció inmersa en esa cornea ahogada entre escarcha.
Una esfera repleta de imágenes ocultas donde trepida el aire
y palpita su voz.
El silencio se detuvo en sus labios inyectándole sonido a la palabra justa.
El silencio contenido dentro del silencio.
El silencio irreal de una ingrávida pausa.
La pausa suspendida en el gesto como una infinitud.
Algo deseable. Un poema hecho de placidez
Una señal, al trasluz.
Un relámpago fulminando cicatrices y deslumbrando el rostro
con destellos de metal.
Maribelflores