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miércoles, 9 de enero de 2013

LA HORA AZUL




¡Deshora!

qué pálido es mi rostro.

Y tú en carne viva, luna,

y la noche,

dividida

en frágil porción del miedo.

Probeta donde germina el golpe

donde se ondula el lodo de estos ojos

y brotan lilas

y un montón de tierra

o ese dolor esquelético

de la necrópolis.

Dulce puñal

¡azul metálico!

de ti sale esa hiel apocalíptica del terciopelo,

de ti ese manto eléctrico y su pureza,

de ti el púrpura y

el violeta

que me dejó el alma encogida.  
 


por lrargerich