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miércoles, 26 de septiembre de 2012

FLAMANTE VERSIÓN DE LA SOLEDAD



    Esta es una certeza de que todavía estoy viva, pues gozo como nadie cantando a plena voz en el vestíbulo. Aunque, segundos después, se desploma el eco de mi voz encima. Tanta vitalidad me la sirve una machacona melodía en bandeja, porque hay sonidos que se engarzan a mí como turbinas enardecidas y además de la voz de una balada, me impulsan los pies y la cintura por el escurridizo piso de la casa y al momento danzo enloquecida el cimbreado agonizante de unos funerales. Zumba, zumba, zum… y le hago ofrendas al infierno antes de evaporarse ese cerco de pánico que, por ahora, me hace sobrevivir. Como la mezquindad, me retuerzo en cabriolas y todo el holocausto se vuelve indoloro. Con la música rozo anhelos y violines y un coágulo de misericordia en mitad de la antesala.
      
      Saberse libre es un cadalso intimo y el último bastión inverosímil.

     Pero cualquier día en el jardín (que es un lugar como un espejo) se me desnuda el alma. Pues ando descalza sobre la suavidad de la tierra de este hermoso espacio mientras recibo su influjo telúrico. Hilvano oasis y esplendor y entro en trance si de súbito escucho un tumulto de pájaros como si fueran impromptus planetarios.

     Aunque, ayer tarde, miré en el estanque y sólo vi el espejismo horrible de mi rostro desencajado y en el tornasol de mis mejillas únicamente se encendía, una soledad extrema, semejante, al aullar de una fiera irascible.



                                                                Maribelflores

martes, 18 de septiembre de 2012

ROGATIVA


Ahora que soy libre, que no consto en la legitimidad de nadie, voy a viajar por lugares que no están señalados en los mapas. Por laberintos enigmáticos donde no existe la esclavitud ni hay salidas sangrientas ni plegarias desmoronándose entre mis delicados tímpanos. 

Ahora sobre mis pómulos flotará únicamente mi aliento, pero al igual que el éter, flotará, sin que parezca que me cae de arriba el escombro. Ahora las fisuras en mi rostro se hundirán en orden y una tras otra, o por el contrario, serán como bengalas reavivando su luz por encima de mí, en eclosión perpetua. 

Viajaré envenenada, tal vez corrompida pero engarzando un tren con otro y con avaricia sórdida. Y en esta cueva se abrirá un cráter donde dedos temblones rebanarán en sus paredes con precisión mugrienta. Rigor para un picotear jugoso donde antes solo hubo un atasco insondable. Sutil claustro en donde siempre se posponía la voracidad de la bestia. Rehusar, mustiar, sepultar la cópula e incinerar mis eclipsados genes. 

Derrumbarse en el ruego. Negar el fragor y el éxtasis. Prender el ánfora y ver laminados, con montantes de reluciente acero, los hilos de aquella confluencia. Segar la hierba magullada y convertirla en cenizas. Hospedar en la noche el desaliento y asentarse allí con mano laxa y sin pupila en el ojo. Noches betún. Noches grisas, donde solamente boqueaban los peces abisales bajo el subsuelo del cuarto. 

Con la neblina entre los ojos, ahora, viajaré con el ansía colgada a la espalda pero por bosques impúdicos, añorantes y verdes. Y en vez de vestido, llevaré alimañas bordadas sobre el pecho y a mi regazo treparán un osario de aviesos vampiros que recorrerán el camino conmigo a través de raíles interminables, donde sólo se escuche, un deseo sin límites y el paladar del mundo. 

Maribelflores


miércoles, 12 de septiembre de 2012

I LOVE DARLING



Su voz, metal suave
y
ciegos mis ojos
se abaten en él
y vuelan
con alas de algodón
sobre una imposibilidad azul.
Mar revuelta,
cíñete a mí en hélices de espuma
y haz porciones
de ónice
               y metal
con tu líquida sustancia.
Mar agitada
excava belleza
donde sólo hubo negación.
Y tú, querido mío,
envuélveme
con toda plenitud
y con el idioma endulzado de los labios
Pues todo mana de mi sed
(hálito y agua)
                            y es como el llanto,
una necesidad.


                                                  Maribelflores


miércoles, 5 de septiembre de 2012

SOMBRAS



En las noches de septiembre
se ha perdido tu rastro
por el laberinto
del silencio 
y la densidad.
Haber sido soledad
y luego vacío
y disolverse más tarde
en la prieta confusión del jardín.
Pero acaso me ha sobrevivido un árbol
y me consuela
detrás de ese tragaluz sombrío.
¿O es que yace
el esqueleto híspido de una sombra
en el corazón mismo del jardín?
Irónica alegría
cual embalaje de esta casa sin nadie
donde ahora me adormilo libre
pero inconsolable.
Vuelve la noche con su herida negra
y  es arduo excusar
este lentísimo verano 
de destrucción.