Le llegó un instante frágil.
Un rumor hundiéndose en el fondo
de su alma.
Un rumor de roca al despeñarse.
Más tarde, algo lívido
regresando del pasado,
empezó a girar en su regazo.
Y ahora, una señal extraña se esparce
entre la luz mortecina
de un tímido crepúsculo
o de este violáceo anochecer.