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lunes, 25 de enero de 2010

LA HERMOSA INFANCIA






PÉRDIDAS.


Recuerdo su sonrisa
como mi última esperanza.

Una mueca remota
de cuando yo era niña.
La mímica de una escena nostálgica
donde todo eran flores en mi boca,
en mis ojos miel
y en mis brazos de pájaro
todo libertad.

Recuerdo,
un aullido interior
entre la médula

y luego
los restos de una ardua conmoción.

Después vino la ausencia
el desaliento
el silencio, la codena, la m...
y la privación del amor.