Seguidores

jueves, 4 de agosto de 2011

FRAGMENTADA.



Huyes de estos ojos sin calma
y de esta mirada
sin océano
en donde picotea el llanto a modo de alfileres de lluvia.
Profunda soledad
abuzada en la noche.
Grito, y grito y gr…
y mi voz tropieza con la oscuridad.

Porque me dejas el alma derrumbada
y rota,
y el silencio tirado a los pies y
como una hélice dando vueltas
sobre la fiebre de mi desgarradura.

Oh! pero qué revuelo de gaviotas con el último adiós.
¡Y cuando el mar ensombrecido
se quiebra!
Y mientras sollozo se quiebra,
hasta lo inviolado se quiebra dentro del sueño.

La muerte es la única, que de noche,
se compone
y me obedece.