Como un ave migratoria
sobrevuelas
los límites del horizonte
y traspones África.
Tardes sin nubes en mi ciudad
vieja
mientras te sueño.
Partícipe inocencia
que unes
en opuestas lenguas
tu bitácora y la mía.
(Pero ya respiro ese instinto,
de una noche,
que aún está por llegar)
Todo tu cuerpo
es como un arbotante de niebla.
Mitad intimidad mitad rostro suspendido
en esas lejanas tierras
y en la quietud de mi umbría.
Dorso de piedra
eres como una columna de
antílopes
desbocados ¡libres!
y rebasando las planicies.
Rutas y promesas
incertidumbre y magnetismo
fundidos
en esta hora melancólica
que exhala aire atardecido de
dunas.
Tu nombre emana sed,
Michael,
y merodea dulcemente
la irrealidad y los milagros y
este novísimo esplendor mío.
Maribel Flores
A un amigo Estadounidense que pasará cuatro meses en Nigeria por motivos de trabajo.
ResponderEliminarCon todo mi afecto para ÉL.
Pues le has dedicado un poema francamente evocador y hermoso querida Maribel.
ResponderEliminarTus letras siempre saben a bien paridas y llegan con un eco misterioso de pura vida.
Besos y a tu amigo, que todo le fluya en armonía
Sentirlo en la antípoda del corazón, entre sonidos vegetales, mientras el corazón, también trepida nostalgias. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarPaisaje interior que evoca el espacio, sugestivo horizonte de la cuna del hombre, África, con sus contrastes brutales y su promesa de un hoy por descubrir.
ResponderEliminarUn placer sentir este bellísimo poema. Te abrazo Maribe y a tu amigo lo mejor de la vida.
Seguramente tu amigo recibirá la fuerza de tus versos Maribel.
ResponderEliminarHermosa evocación a la increíble tierra africana.
Un beso
Hermoso poema que tu amigo sabrá agradecer. Me ha gustado mucho leerte. Te mando un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHola, Maribel.
ResponderEliminarEstuvimos viendo tu blog y por eso te venimos a hacer una propuesta: hace poco comenzamos un grupo literario llamado "El tintero" y quisieramos tenerte por allí.
La idea es que todos podamos compartir nuestros escritos pero también comentar y ayudar a los demás a mejorar. También se realizan actividades y talleres.
Esperamos que te interese nuestra invitación.
Atte. la administración de El tintero
http://eltintero.forosweb.net/
Como te envidio el esplendor.
ResponderEliminarNo hay dinero que pueda comprarlo verdad?
Besos.
Sin duda un sentido y profundo poema para llevar pegado al alma en las tardes de sabana mientras contemplamos la silueta de una jirafa atravesando el ardiente disco solar. Michael estará muy orgulloso de tu poema y de tenerte como amiga, ¿quien no lo estaría?. Un besote.
ResponderEliminarPreciosa evocación unida a la tierra,que estira sus brazos en la lejanía y une corazones.Precioso Maribel.
ResponderEliminarTe felicito por tu mirada en perspectiva solidaria generosa e inmensa.
Mi abrazo grande y mi ánimo siempre.
M.Jesús
Un poema evocador donde se funden la nostalgia de la ausencia con la esperanza de una noche que aún está por llegar.Lo piensas allá,crecido por la grandeza del continente más puro,más vital.Y lo piensas desde aquí,desde la simpleza de una vida más sencilla,más vulgar.Y surge el deseo de la vuelta mientras contemplas satisfecha ese tu nuevo esplendor.
ResponderEliminarTodo un canto a la vida.Me encantó.
Un abrazo,Maribel.