Querida invención;
tu acento forastero y el poder de tu sonrisa -pues te he creado con la mueca
inagotable de esa lerda expresión- crecen placidamente en mi espejismo. Sin
embargo, sé perfectamente, que hablo con un ser incorpóreo igual al de un
fantasma que se expresa y se viste, como en otra época.
¿Serás, tal vez, un
caballero andante como D. Quijote?
O es que flotas
sobre las cosas o sobre este valle mío como una nube alada. Si bien, me impresionaría
verte cruzando esta quebrada erguido y a lomos de tu noble caballo. Pero como
un elemento sin peso, sin realidad; como un autoengaño que abandonara en este
valle la vitalidad que yo he perdido.
Aunque si esta
noche contemplaras desde mi ventana el cielo estrellado y esa tenebrosa profundidad,
verías la luna saliendo por las montañas del Este. Rutilante satélite, que
ahora mismo, se parece a una manzana mordida. Y es que la noche pasada, esa
luna, ya empezaba a menguar.
Pero al mirar este
paraíso estrellado, me someto aquel tiempo engullido por el pasado, hoy
silenciado, y más que silenciado, oculto entre el negro de la noche. Del mismo
modo que mirar la boca de lobo de este barranco sin final, me azora un espíritu
que hoy anhelo limpio.
Querida invención
presiento tu amabilidad detrás de cada simulado gesto. Presiento además que tus
ilusorias palabras ocultan un enigma y que en tu virtual voz se esconde un
paraíso deseable. Y te vivo en esta fabulosa leyenda que he creado.
Sin embargo, he
pensado, que lo ficticio en la mente suele ser un lugar difícil, tanto como estos
cerros escarpados del sur de la provincia, adonde ya estoy.
De cuando era niña,
recuerdo el altozano como la gran escalada que alguna vez habría de culminar y luego
dejar. Pero ahí afuera encontré más y más cimas esperándome tras de ese
primerísimo pico. Y aún estoy por ese afán de alcanzar cada cúspide. Coronar
cumbre tras cumbre, sin lugar a dudas, es un propósito arduo pero pujante y deseable.
Por lo demás, si refresco la memoria, recuerdo aquel mano a mano del silencio propagándose
entre la noche del valle, sorprendente e
intenso hasta subyugarme al miedo. Y del mundo exterior del que nada sabía y nada echaba a ver,
ninguna invocación consciente. Ni una sola evocación diáfana, salvo aquella absoluta
cerrazón, que entonces y hoy, se perdía detrás de las lomas y de la que yo sólo
comprendía su total opacidad, como una señal arcana que me infectaba todos
los sentidos, de una autentica amenaza.
Desde ALPUJARRA DE LA SIERRA (16-7-2012)
Maribelflores
Esta entrada se escribió en Julio, en Mecina Bombarón, mi lugar de nacimiento. Allí siempre surge en mí una trasformación fantastíca o mágica y también muy reflexiva. Deseo que os guste.
ResponderEliminarSi, Maribel, reflexiva entrada.
ResponderEliminarNada como hablar a un imaginario para que el interior se sosiegue y podamos escucharnos.
Ficción, ¿por qué no? Podemos hablar a la ficción y ella nos entrega las palabras, el sentir, la idea.
A mi me ha gustado, se gestan imágenes al leer y también la reflexión propia que deja tras el punto final.
Besos mi querida amiga
NADA MEJOR QUE UN INTERLOCUTOR IMAGINARIO PARA HABLAR DE LA SUBJETIVIDAD DE QUIEN ESCRIBE...
ResponderEliminar-Es una interpelción abierta que nos invita a pensar.
Felicitacioes,Maribel!
Un abrazo de Elsa.
Desde pequeños inventamos personajes con los que hablar, y la vida sigue y seguimos inventando, a veces tenemos a nuestro lado alguien producto, de esa imaginación, y cuando nos damos cuenta le reprochamos no ser como nosotros lo imaginamos. Y cortamos con él, he inventamos otro. Todo debe ser aceptado como es porwque nosotros somos como somos.
ResponderEliminarbuena entrada.
Un beso
Maribel, ese coloquio interior que nos ofreces, es rico en evocaciones subyugadoras. Un amigo invisible, como aquel de nuestra infancia y que nos acompaña algunas veces en nuestra rica soledad niña. Al final, descubres un espejo donde se refleja la alegría del vivir con esperanza. Un placer mi lectura, ya que como todos sabemos, cada lector tiene su propia interpretación del arte no sólo de la narrativa.
ResponderEliminarTe envidio.
ResponderEliminarYo ya no puedo hacer eso.
Besos.
Bella narración amiga, te inspira esa Alpujarra tan bella con sus pueblos blancos.
ResponderEliminarUn abrazo y felices vacaciones
Muy hermosa e interesante narración, Maribel.
ResponderEliminarCuando yo era pequeño un ser humanoide salió de mi ropero.Se presentó con mucha cortesía y me dijo su nombre: Rimpelnudel. Nos hicimos buenos amigo y él me cuidaba y aconsejaba.
Ahora, ya un hombre adulto, lo llamo cuando estoy con problemas y Rimpelnudel sale de mi ropero y me proteje y guía.
No sabía de Alpujarra, qué preciosidad blanca y pacífica.
Un saludo desde una Copenhague intercambiando secretos con el hijo de Rimpelnudel,,
Ian.
Gracias a vosotros, a todos, por vuestros agradables comentarios
ResponderEliminarson una estimable posesión. Soy muy afortunada por tener personas que leen lo que escribo.
Vuestras voces me suenan a mensajes encendidos.
Mil gracias.
Querida Maribel,
ResponderEliminarAcabo de recibir un comentario supuestamente tuyo de una persona que anda acosando a una bloguera donde hace poco comento y que ya nos avisó de que nos acosaría.
El caso que ha suplantado tu personalidad para comentar.
Temo que haga lo mismo con más gente y conmigo misma.
Es para avisarte, vaya locura.
No te puedo decir más porque es un asunto desagradable y no es para tratarlo en público.
Besos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue bonita!!! Quiero visitar mecina en el verano!!
ResponderEliminarMe gusta el tono de este texto, que a manera de correo, para quien es dueña del imaginario, la invención, permite que escribas y divagues, pienses, reflexiones sobre la vida, y otras yerbas a gusto. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarSencillamente hermosa lectura la que ofreces en tan profundo texto. Muy íntimo, muy evocador.
ResponderEliminarUn saludo
Un pedazo de email muy bonito.
ResponderEliminarSaludos.
Maribel,me encanta esa invención y ese espejismo,que no es tal...Pues intuyo el susurro de un ángel inspirándote ese momento mágico,lleno de vida y creatividad.El pensamiento tiene su propia energía y asciende al universo...y llega,amiga.Estoy segura,que tu correo ha llegado a oídos de ese"fantástico caballero",que lo habrá recogido satisfecho...descubriendo la luna en el cielo y toda la corte de estrellas.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por ese optimismo,que me recuerda los años de adolescencia y juventud,cuando mirando al cielo nos preguntábamos...¿qué sera de mi vida,qué sera?
Voy a ver si las palabras de verificación me dejan entrar esta vez,amiga.
M.Jesús